Menos de un mes mas tarde pusimos nuestro plan en marcha.
-Ágata, ¿por que no vamos con las demás de clase?
-No.- su voz sonó tajante y me sobresaltó un poco.
-¿Por qué?-Yo ya lo sabía, la gente de mi clase le había dicho lo que era, una falsa y una bocas. Y como es obvio le sentó mal y pensó que era mejor apartarse.
-Pues a ver te cuento la historia.- me contó la misma historia que me contaron mis amigas. El plan consistía en sonsacarle la historia y, como suponíamos que iba a insultarlas, seguirla el rollo e insultarlas yo también y si ella se lo contaba a ellas, dejaría de ser su amiga.
-Ah, si tía que gilipollas, déjalas si son tontas... - no se me da bien mentir cuando se trata de las personas con las que voy a convivir durante todo el curso.
-Ya... Son estúpidas. No entiendo que las pasa conmigo porque yo no las he hecho nada.
En el fondo sentía compasión, como todo ser humano pero no quería juntarme con la peor de la clase... Además por lo que me cuentan se lo gana ella sola.
-Marina, ¡Ha caído en la trampa!- Gritó con entusiasmo María.En el fondo sentía compasión, como todo ser humano pero no quería juntarme con la peor de la clase... Además por lo que me cuentan se lo gana ella sola.
-¿Os lo ha contado?
-Ya ves, dice que nos pusiste a caldo...- dijo con voz irritada Rocío.
-Eh, tía que lo dije para que picara, que me caeis genial- quería caerles bien, porque eran muy majas y muy sinceras.
-No si ya... Jajaja. ¿Y ahora que hacemos?
-Pues vamos a hablar con Ágata, a ver si se me ocurre algo- dijo María decidida.
Tenía un poco de miedo, he de admitirlo, pero María tenía razón, desde el primer día que me vio con ella me advirtió de que era una falsa y me traería de todo menos bueno. Llegó el momento...
-Hola
-Hola
*SILENCIO ESPANTOSAMENTE INCÓMODO*
-A ver Ágata- María rompió el hielo, al fin- que nos hemos enterado de que nos has insultado y de que has sido una falsa, una vez más. Marina te siguió el rollo para ver que decías y tu vas y nos dijiste lo que te dijo ella. Y lo tuyo bien que te lo callas ¿eh?
*SILENCIO OTRA VEZ*
Al fin me lancé.
-Ágata, tía. No pensaba que eras así. No me vuelvas a hablar.
¡QUE BIEN ME SENTÓ ESO! Por una vez en mi vida no era yo la que había estado en el lugar de Ágata.
Tal vez me trataron mal en el otro colegio pero lo cierto es que los echaba de menos, pero pienso en las cosas que me pasaban y se me quitan las ganas de ver a ciertas personas.
-Joe María, te ha quedado genial el "discursito"
-No tía es que se lo merece por falsa. Si es que te lo avisé Marina.