miércoles, 11 de diciembre de 2013

CAPITULO VII: "ACOSADORES"

Tenía miedo de ir al colegio, por si mi tutora se había enterado y cupiera la posibilidad de que me expulsaran. Intenté olvidar el tema y fingir que no había pasado nada. En el recreo, unas niñas de 3º de la ESO se acercaron.
-¡Hola Marina!
-Hola- había una chica que me parecía muy maja, por su forma de vestir, su cara...
-¿Has sido tú la que ha traido condones?- dijo esta misma. LAS APARIENCIAS ENGAÑAN.
-Si...
-¿Y pa' que los traes?
-Por hacer la coña...
-¿Y tú te crees que eso es normal? ¿Que una niñata de 13 años traiga condones al colegio? ¿Qué tipo de educación te dan tus padres?
-A mis padres no los metas en esto. - sonó el timbre. ¡Salvada por la campana! Me miró mal y se fue.
Tenía ganas de irme a mi casa y vomitar. Pero aguanté. Llegó el día siguiente y vinieron dos chicas, las del día anterior, Raquel y Alejandra y un chico, Martín. "La maja" esta vez no vino. En resumidas cuentas vendrían día tras día a tocar las narices, a hablar de cualquier cosa y a molestar, yo, solo era educada con ellos.
Un día Claudia me dijo en el recreo:
-¿Sábes quién es Luis Collarin?
-¿Collarín?- me empecé a reír como si no hubiera un mañana.
-¡Pues está por ti!- dejé de reirme- ¡Es guapo!
-Tía que estoy con Manuel..
Al día siguiente, en el patio del comedor, vinieron un grupo de chicos. Eran bastante altos y daban miedito. Entre ellos estaba Collarín, que, yo no sabía quién era. Rocío, María y yo estabamos sentadas y Collarín se sentó a mi lado. Empezaron a hablarme como si nada. Y en una de esas me abrazó y me aparté. Martín, uno de los chicos que iban con Alexa y Raquel, vino y, así sin más, me quitó una bota y la tiró. Me estaba muriendo de vergüenza.
-¡DAME LA PUTA BOTA!
-Espera, que Collarín quiere decirte algo.
-¿Quieres salir conmigo?
-Pues no.- me empecé a reír y fui a por mi bota.
Día tras día, ya fuera en el recreo, ya fuera en el comedor, venía y me jodía. Claudia seguía animándome para que le besara, que no se enteraría nadie, y por otro lado estaba Collarín que me decía que si le besaba me dejaría en paz. Estaba sumida en una presión y confusión enormes. Y lo hice sin pensar... Me arrepentí en seguida, por que fui estúpida. No nos escondimos para hacerlo, ni le dijimos a nadie que se callara. Y Claudia empezó a pregonarlo. Y Manuel se enteró. Le pedí disculpas y le expliqué todo, pero, a pesar de todo tuvo que pensárselo. Tenía mucho miedo, porque le quería mucho; pero si yo hubiera sido él no me habría perdonado. Lo hizo, me perdonó. Y aunque yo le decía que no me gustaba Collarín era difícil de creer. Eso fomentó que viniera gente de cursos superiores ha insultarme.
Así como dato (que luego será importante) en mi cumpleaños nos hicimos fotos besándonos.

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